Siendo parte de la décima tercera zona metropolitana más grande del país, Phoenix cuenta con un volumen de tráfico que todos los que habitamos en esta área experimentamos todos los días. El tiempo que pasamos en nuestros autos cuando viajamos al trabajo, va a la par en comparación con otras ciudades del mismo tamaño.
De acuerdo a un análisis de la Prensa Asociada (AP por sus siglas en inglés) realizado en el 2013, el tiempo promedio de viaje al trabajo de un conductor en Phoenix, Scottsdale y Mesa, es de 26 minutos y en la ciudad de Tucson, es de 25 minutos. Estos tiempos promedio son muy cercanos a la media a nivel nacional que es de 26 minutos. Como es lógico pensar, el crecimiento de la población y la falta de fondos para ampliar las vías de circulación, crearán problemas para los conductores.
Para ir a la par con el crecimiento de la población, los gobiernos locales y el Departamento del Transporte de Arizona (ADOT por sus siglas en inglés), están trabajando en proyectos de ampliación como la autopista101, de Scottsdale a Tempe, y la interestatal 10 en Tucson.
Un estudio reciente de la Sociedad de Ingenieros Civiles de Arizona, encontró que más del 90% de las carreteras estatales se encuentran en buen estado, pero señaló que los fondos existentes no son los suficientes para mantener el crecimiento proyectado. Por esta situación los conductores encuentran muchas zonas en construcción a lo largo de los caminos en las zonas metropolitanas del centro y sur del estado.
Para evitar el estrés que acompaña la congestión vial, ADOT ha implementado más pizarras electrónicas en las autopistas para anunciar mensajes sobre accidentes o reparaciones en el camino y dar oportunidad a los conductores de prepararse para retrasos o congestiones.